El abrillantado de suelos es un proceso de limpieza y restauración que se realiza para devolverle el brillo y la apariencia original a los suelos generalmente de mármol, terrazo, granito y otros tipos de piedra natural.

El proceso consta de varios pasos, que en función del estado de suelo, requieren más o menos precisión:

  1. Limpieza: Antes de comenzar el abrillantado, es básico limpiar a fondo el suelo para eliminar polvo, suciedad y cualquier residuo superficial. Lo podemos hacer bien con la escoba o bien con el aspirador.
  2. Decapado: Si hay capas de cera vieja o selladores en el suelo, es posible que necesiten ser eliminados antes de abrillantar. Se utiliza un producto químico decapante para eliminar estas capas existentes. Este paso es crucial para lograr un brillo duradero.
  3. Abrasión: En esta etapa, se utilizan máquinas con almohadillas abrasivas que pulen la superficie del suelo. Dependiendo del tipo de suelo y del nivel de brillo deseado, se pueden utilizar diferentes grados de almohadillas abrasivas.
  4. Limpieza intermedia: Después de la abrasión, se realiza una limpieza intermedia para eliminar cualquier residuo generado durante el proceso de pulido.
  5. Pulido:Utilizando almohadillas de pulido más finas, se realiza el pulido final para obtener el brillo deseado en el suelo.
  6. Sellado: En algunos casos, especialmente en suelos porosos como el mármol, se recomienda aplicar un sellador para proteger la superficie y mantener el brillo por más tiempo. El sellador ayuda a prevenir la penetración de líquidos y manchas.

Es importante destacar que en función del suelo concreto y para garantizar resultados óptimos, es importante disponer tanto de la maquinaria como de los productos adecuados.

En Serfey, nuestro equipo móvil está especializado en este tipo de trabajos que realizamos habitualmente en comunidades de propietarios, hoteles, edificios públicos e incluso en viviendas particulares.